jueves, 29 de enero de 2015

DARTH SIDIOUS (STAR WARS: THE VINTAGE COLLECTION)

Basic Figures, NºVC79, 2012.
Me avergüenza un poco reconocer que no tengo a ningún Emperador Palpatine en mi colección de figuras de Star Wars, en gran medida porque considero que Hasbro todavía no ha logrado la figura perfecta del personaje. O lo más cercano a la perfección que fuera posible. Tenía una del Emperador de la colección Revenge Of The Sith de 2005, pero es un producto anticuado, que no ha aguantado bien el paso del tiempo, y hace tiempo que ya no la tengo en mis estantes.
Pero como siempre que miraba a los mismos me picaba algo en la nuca, una señal de que algo no andaba bien, terminé haciéndome con una estupenda figura del canciller Palpatine en su alter ego de Lord Sith y hará las veces de Emperador en mi colección hasta que aparezca el definitivo, saltándome olímpicamente la incongruencia temporal que eso conlleva.
Presentada en el sensacional envoltorio de la Vintage Collection este es un Darth Sidious perteneciente al Episodio I y despojándole de su túnica hace las veces de un canciller Palpatine más cercano al lado oscuro que a sus labores diplomáticas y senatoriales. 
Lo que más me llamó la atención del Sith en un primer momento es lo menudo que es, más bajito que la media de figuras de Star Wars, y revisitando las precuelas en sus momentos compartidos con Anakin Skywalker sí que se ve una diferencia sensible de estatura. Y con Darth Vader es aún más evidente, claro. Así que me quito el sombrero ante Hasbro por cuidar ese detalle.
Con todo el misterioso ropaje Sith, la túnica de tela y la capucha de plástico que combina muy bien con el tejido y está muy bien esculpida y posee el tamaño perfecto, Darth Sidious puede pasar por un Emperador Palpatine bastante aparente ya que la capucha tapa gran parte de la cabeza y apenas vemos su rostro que además está obligado por la pieza de plástico a inclinarse levemente hacia abajo, una postura habitual del Sith.
El otro elemento del cuerpo de Sidious que nos permite ver la túnica son sus manos, un prodigio de trabajo por parte de los diseñadores que reproducen a las manos en dos gestos diferentes, la izquierda con dos dedos extendidos en gesto de utilizar la fuerza y la derecha semicerrada pero con el dedo índice levemente más adelantado. Ambas manos están primorosamente esculpidas y vemos en ellas las articulaciones de los dedos, líneas y arrugas por los gestos. Increíble.
Otro elemento a destacar es el retrato conseguido del actor, realmente fiel a la realidad, con un gesto severo y bastante carácter, un trabajo excelente al igual que su cabello con las características entradas y un tono de color más vivo (salvo unas zonas canosas en las sienes bien pintadas) que el visto a partir del Episodio II en el que es visible el deterioro provocado por la profundización en el lado oscuro.
Bajo la túnica Sidious viste una versión oscura y corrupta del uniforme de los Jedi, íntegramente en negro con una pieza de tela bajo el cinturón muy bien integrada con el plástico. El negro es brillante y profundo y nos permite tener dos caracterizaciones del personaje en una sola figura. Bravo. Por cierto, esta versión sin túnica no la recuerdo en las películas así que es posible que estemos ante una versión perteneciente al Universo Expandido.
Además de la túnica y la capucha Sidious incluye un sable láser de hoja roja y una empuñadura que se puede enganchar en el cinturón. La empuñadura es francamente interesante y muy bonita, de un tono marrón cobrizo que le da un aspecto casi de madera, claramente más arcaico y diferenciado de la tecnología imperante en los sables Jedi.
Estoy muy contento con este Darth Sidious. Si a las dos versiones del personaje en una sola figura le añado mi insolencia de además considerarlo como un Emperador Palpatine, pese a no tener el rostro deformado, pues bien vale su precio. Y eso sin considerar que es un producto excelente estupendamente esculpido, decorado y provisto de accesorios. ¡Un sobresaliente galáctico e imperial!
David

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